Es hora de incluir la vacuna de la meningitis B en el calendario vacunal
Hace unas horas, la dirección de Salud Pública informaba de un nuevo caso de meningitis B en una joven zaragozana de 16 años. Aunque la paciente evoluciona favorablemente y todo parece bajo control, eso no ha evitado el repunte de las búsquedas en internet sobre la vacuna de la meningitis B.
Y no es extraño. Se trata de una vacuna que pese a estar recomendada por numerosas sociedades médicas y estar financiada en otros países europeos, no está incluida en el calendario vacunal español. Además la escasez de vacunas en las farmacias hace que los padres que quieran comprarla tengan que esperar meses para conseguirla. Una acumulación de problemas que nos lleva a preguntarnos si, de verdad, no es hora de hablar de financiar la vacuna de la meningitis B.
El «conservadurismo» vacunal de la AEMPS
La vacuna de la meningitis B tiene una vida corta pero intensa. Hace más de un lustro que consiguió la aproción por parte de la Agencia Europea del Medicamento. Países como Reino Unido decidieron incluirla directamente en el calendario vacunal del país y en muchos otros países donde no se incluyó se puso a disposición de los padres y pediatras. En España, en cambio, se tomó la decisión de restringirla para uso hospitalario.
Numerosas sociedades médicas criticaron la decisión y, en junio de 2013, publicaron un comunicado en el que se mostraban en contra de que «España vaya a ser el único país europeo que declare esta vacuna de uso hospitalario» y pedía explicaciones.
Al fin y al cabo, «esta vacuna puede constituir la mejor medida preventiva frente a la infección meningocócica invasora por el serogrupo B, una enfermedad poco frecuente, pero devastadora, que se acompaña de una letalidad uniforme del 10% y de entre un 10% y un 30% de secuelas permanentes. Sin duda alguna, se trata de un avance crucial en la lucha contra esta enfermedad».
Hubo que esperar a octubre de 2015 para que la AEMPS (la Agencia Española del Medicamento) decidiera que los pediatras podían prescribir la vacuna si lo consideraban necesario. Según explicó la misma Agencia, había restringido su uso por «sus características farmacológicas y por su novedad», pero los nuevos datos de «calidad y seguridad presentados por la compañía tras la distribución de más de 1.200.000 dosis de la vacuna en todo el mundo» le habían hecho reconsiderar la clasificación.
Por eso mismo, la pregunta relevante en este momento es si el hecho de que la vacuna no esté siendo financiada desde ya es una extensión de este ‘conservadurismo’ o ‘garantismo’ de las autoridades sanitarias o es que realmente no es una vacuna que debamos administrar a nivel poblacional.
La meningitis «no forma parte de nuestro día a día»
Hay buenas razones técnicas para que no esté incluida en el calendario. Como explicaba hace unos meses el doctor Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, la baja incidencia de de la meningitis B no justifica el gasto económico que conlleva la vacunación poblacional. La meningitis B “no es una enfermedad que forme parte de la vida cotidiana, no hay motivos para ponernos nerviosos”.
Para que nos hagamos una idea, en España, durante la temporada 2012-2013, se detectaron 193 casos del serogrupo B. Ahora mismo, se trata del mayor productor de enfermedad meningocócica (con seis veces más casos que el serogrupo C) El resto de variedades (como la A, la W o la Y) no representan ni el 7% de los casos confirmados de meningitis.
Sin embargo, la duda está ahí: “¿debemos o no debemos inmunizar a nuestros hijos frente a esta bacteria?”. El Ministerio de Sanidad opina que no es necesario vacunar a todos los niños solo aquellos con “un mayor riesgo de enfermedad” (por inmunodepresión o antecedentes personales) y en el caso de brotes cercanos.
Y, sin embargo, hay razones para incluirla
Por contra, la Asociación Española de Pediatría (que ya pidió cambiar la vacuna de la C por la tetravalente conjugada que inmuniza contra la A, la C, la W y la Y) recomienda vacunar a todos los niños a partir de los dos meses de edad. A todos, tengan la edad que tengan en este momento.
Dado que la vacuna de la meningitis C está dentro del calendario, parece solo cuestión de tiempo que demos ese paso. Sobre todo, si tenemos en cuenta que, según la Sociedad Española de Pediatría, las únicas vacunas «sistemáticas no financiadas» son esta y la del rotavirus. Las vacunas sistemáticas son aquellas «cuyo objetivo es proteger a las personas susceptibles y obtener también la inmunidad de grupo». Es decir, por decirlo grosso modo, parte de su potencial reside en que todos estemos vacunados.
Y no, no se puede conseguir esa inmunidad sin financiarla a nivel público: estamos hablando de una vacuna cara. Cada dosis vale 106,15 euros. Eso son 424,6 si el bebe tiene menos de 2 meses (cuando necesitan cuatro dosis); 212,3, si tienen mas de un año y aún no han alcanzado la adolescencia; y 106,15 para el resto. En Reino unido, que sí la tiene incluída en el calendario, el estado paga 27 euros por cada dosis.
O sea, que incluirla en el calendario vacunal no solo sería una buena medida para evitar el estado de alarma y confusión de los padres. Algo, ya de por sí, bueno ante el crecimiento de los movimientos antivacunas. sería un iniciativa que mejorararía la equidad del sistema de salud donde los tratamientos recomendados deberían de estar a disposición de todos.
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Javier Jiménez
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