Amazon quiere meter reconocimiento facial a sus timbres conectados: cuando la seguridad viene a costa de la privacidad
La polémica está servida. Amazon está entrando con fuerza en el terreno de la vigilancia a través del uso de tecnología de reconocimiento facial, la cual ya vende a las fuerzas policiales y de inmigración de Estados Unidos, donde a pesar de tener algunos fallos, la compañía al parecer está convencida de seguir adelante. Su próximo paso: timbres conectados con reconocimiento facial de Amazon y Ring.
En febrero de este 2018, Amazon adquirió Ring, la famosa compañía de timbres conectados, por 1.000 millones de dólares. En un inicio se creía que era para incorporarla a su red de domótica, encabezada por Alexa y sus Echo, y se creciente presencia en el hogar. Hoy, tras descubrirse una patente, sabemos que el objetivo de Amazon con Ring es añadir tecnología de reconocimiento facial para crear «una base de datos de personas sospechosas».
El usuario contribuiría a crear una base de datos de «sospechosos»
Esta patente describe cómo una las cámaras de los timbres pueden ser equipadas con reconocimiento facial, donde el objetivo sería recopilar imágenes de las personas que pasan frente al timbre para identificarlos como posibles sospechosos, «personas que hayan participado en potenciales actividades criminales».
Como ya habrán imaginado, esto se vendería como una nueva función que ayudaría con la seguridad del hogar, el problema es que todas las imágenes recopiladas serían enviadas a una base de datos para buscar coincidencias con los supuestos sospechosos. Pero lo realmente peligroso de esto, es que el usuario sería quien ayudaría con esta clasificación.
Es decir, al configurar el sistema, el usuario deberá cargar fotografías de aquellas personas que considera confiables, como familiares y amigos, así que todo aquel que no esté en esa lista pasa a ser considerado sospechoso, y cuando el timbre lo detecte enviará una notificación al usuario.
Ahora imaginemos esto aplicado a los millones de clientes potenciales de esta tecnología. El resultado será una gran base de datos de personas que no son consideradas de confianza, base de datos que podría compartirse fácilmente con las autoridades, al final, Amazon ya está trabajando con ellas.
De hecho, la patente menciona que los mismos usuarios podrán cargar imágenes de personas que consideran sospechosas, lo que agrava la situación. Esta base de datos de personas sospechosas podría estar conectada a los sistemas de la policía, para así solicitar su presencia en caso de alguna irregularidad, según el criterio del propietario de la casa.
Si lo vemos fríamente, lo que busca crear Amazon es una red de vigilancia descentralizada masiva, la cual se basa en reconocimiento facial en tiempo real entre los miembros de una comunidad utilizando cámaras instaladas en los timbres de sus casas.
Lo que no se menciona en la patente es qué pasará con todas esas imágenes recabadas por la cámara en tiempo real y aquellas subidas por los usuarios, ya que al final no se contaría con el consentimiento de las personas ni se les daría aviso de que forman parte de una base de datos de «sospechosos».
Habrá que seguir atentos a cómo se va desarrollando esta tecnología, en caso de que llegue a aplicarse, ya que hay que recordar que apenas estamos ante una patente, lo que no se garantiza su implementación a corto o medio plazo.
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Raúl Álvarez
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