LG G7 ThinQ, primeras impresiones: el notch llega a un buque insignia con mucho potencial que pone acento en el audio y la IA
Esperábamos conocerlo durante la pasada edición del Mobile World Congress, pero LG nos hizo esperar y decidió dejarnos como aperitivo de lo que vendría al LG V30s ThinQ. Dos meses después al fin, está entre nosotros el nuevo buque insignia de la compañía coreana, el LG G7 ThinQ.
El smartphone se presenta como un gama alta que busca diferenciarse del resto apostando por detalles en los que otros no se han centrado. Mientras que la guerra de los smartphones está actualmente en la cámara, el LG G7 ThingQ apuesta por puntos como el audio o la aplicación de la inteligencia artificial. Hemos tenido la oportunidad de echarle un primer vistazo al nuevo teléfono de LG para contarnos qué es lo que ofrece.
Un diseño muy en la línea V
Lo primero que percibimos al sostener el LG G7 ThinQ entre nuestras manos es esa evolución en el diseño que le aleja ligeramente de su verdadero predecesor, el LG G6, para pasar a tener un aire mucho más encaminado en la familia V. Se trata de un diseño más suave, con líneas curvas y con las cámaras ubicadas en la trasera de manera vertical.
En mano se siente compacto, firme, y a pesar de contar con una pantalla de 6,1 pulgadas y un ratio de aspecto de los más altos del mercado (19,5:9), cabe perfectamente en una mano, permitiéndonos acceder a todos los controles y puntos de la pantalla sin necesidad de apoyarnos en la otra mano.
El cuerpo del teléfono está cubierto por una capa de Gorilla Glass 5. No es ninguna novedad encontrarnos en la actualidad teléfonos acabados en cristal, algo que tiene sus pros y sus contras. En el caso del LG G7 este acabado le da unas sensaciones en mano muy agradables y curiosamente no es nada resbaladizo aunque eso sí, de las huellas no podremos olvidarnos ni un minuto, ya que es el precio a pagar por tener ese acabado brillante tan de moda hoy en día.
Además de el cristal como componente, LG ha añadido otra tendencia en su nuevo buque insignia: el notch o muesca en la pantalla. A diferencia de otros buques insignia como el iPhone X, el notch del LG G7 puede «personalizarse» mediante software como vimos en el caso del Huawei P20 Pro.
A través de los ajustes de la pantalla, podemos convertir esa muesca en un marco superior al uso, terminando así de convertirse casi en un LG V30s. Personalmente creo que ese 82,9% del frontal que aprovecha la pantalla luce mucho mejor con el notch, que con un marco horizontal empañándolo.
El lector de huellas está en la trasera del teléfono, justo debajo de las cámaras principales. Pero a pesar de esto, no las hemos tapado en ningún momento al realizar la acción de alcanzar el sensor, ya que éste está ubicado en la posición justa para el movimiento natural de la mano. No hemos podido probar la velocidad de respuesta del sensor dado que la unidad que probamos no cuenta con el software definitivo, pero lo haremos muy pronto en nuestro análisis a fondo.
Pantalla Super Bright
Volviendo a la pantalla pero dejando a un lado las sensaciones estéticas y centrándonos más en la experiencia visual, tanto a nivel de detalle, como de parámetros como el brillo y el contraste, la pantalla del LG G7 promete. El software nos permite realizar ajustes en los parámetros con varios modos predeterminados y también con un modo personalizable denominado «Expert» con el que podemos ajustar la temperatura del color, el nivel de saturación y el de brillo. En cuanto a los ángulos de visión, éstos también son buenos, manteniéndose sin cambios incluso en algunos más forzados.
LG asegura que la pantalla puede brillar a un máximo de 1.000 nits gracias a su nueva tecnología que suma un subpíxel de color blanco, y es cierto que el nivel de brillo se percibe muy alto. Durante el tiempo que lo hemos probado podemos decir que la experiencia de visualización es buena, tanto en interior como exterior, pero mantener el brillo a su nivel máximo puede hacer que la autonomía se resienta.
Potencia a raudales, software personalizado
El nuevo LG G7 ThinQ llega con todo lo que esperamos de un teléfono de su especie: lo último de Qualcomm, un Snapdragon 845, acompañado de 4 GB de RAM y 64 de almacenamiento interno. Con estos datos sobre el papel, debemos esperar que el terminal nos deje un rendimiento impecable, algo que hemos podido atisbar durante el tiempo que estuvimos con él.
Funciona con completa fluidez a pesar de que, como mencionábamos antes, la unidad que probamos no es definitiva, algo que se nota sobre todo en términos de software. Y hablando de éste, el LG G7 llega con Android en su versión 8.1 que no viene solo, sino acompañado de la capa de personalización de la compañía.
Esta capa no pasa desapercibida, se nota mucho la mano de LG sobre el sistema operativo, algo que sobre todo se aprecia en la cantidad de opciones de personalización que ofrece, sobre todo en la pantalla (incluidas las opciones para personalizar el notch) o el audio.
Uno de los añadidos más curiosos en este teléfono es la integración con Google Assistant que incluye un botón dedicado para contactar con el asistente de manera automática. Si pulsamos este botón dos veces, nos dirigirá a la opción de la cámara integrada con Google Lens. Este sistema analiza mediante una nube de tags todos los objetos y lugares que se situamos frente a la cámara del teléfono para darnos información sobre ellos.
Cámara dual con modo AI CAM
Y hablando de la cámara, el LG G7 ThinQ llega con una cámara principal formada por dos sensores de 16 megapíxeles acompañados de una lente normal con apertura f/1.6 y otra con un gran angular con apertura f/1.9, configuración similar a la del LG V30s, aunque éste cuenta con un sensor de menor resolución.
Esta cámara cuenta con el modo AI CAM, que se aprovecha de la inteligencia artificial que reconoce la escena, la luz en el momento del disparo e incluso los objetos presentes para obtener hasta 19 modos diferentes de captura en modo automático. El software de la cámara no es demasiado intuitivo dado que los modos y las funciones no están a simple golpe de vista, aunque incluye accesos rápidos como la transición de cámara trasera a frontal con solo deslizar la pantalla, algo que es de agradecer.
Hemos probado la cámara y aunque como en otros apartados no podemos emitir aún ningún juicio dado que no estamos ante una unidad final, partimos de una configuración de cámaras muy interesante con ese juego que aporta el gran angular y también a la inclusión de la inteligencia artificial, que nos deja con ganas de probarlas más a fondo.
Lo bueno se hace esperar
Las primeras sensaciones con el LG G7 ThinQ nos dejan un buen sabor de boca y la idea de que es un terminal con mucho potencial para combatir con los más fuertes del mercado. Tiene un aspecto impecable, es cómodo en mano y nos ha dado una buena experiencia de uso durante el tiempo que hemos estado con él.
A las cámaras y la inteligencia artificial se le puede sacar bastante jugo cuando nos encontremos con la versión definitiva y sobre todo, podremos probar a fondo todo ese trabajo que LG dice haber aplicado en el apartado de audio. Todo esto lo veremos muy pronto en nuestro análisis a fondo, pero por el momento nos quedamos con una buena impresión del nuevo buque insignia coreano.
En Xataka | LG G7 ThinQ: un buque insignia con inteligencia artificial centrado en cautivar a los sibaritas del audio
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Érika García
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